EL ABRIGO ROJO

MENCIÓN HONROSA

Una abuelita muy audaz se ponía sus mejores galas para salir cuando llovía. No podían faltar sus largas botas negras ni su abrigo rojo, pero no cualquier rojo, sino el rojo de su interior, divertido y llamativo. Caminaba riendo y coqueta. ¿Qué es un día gris cuando vistes de rojo? Todos se preguntaban dónde iría aquella abuelita tan distinguida. Muchas eran las suposiciones, pero iba al centro con la excusa de que faltaba azúcar, aunque siempre llegaba con unas bolsitas a cuadros blancos y negros del depósito de medias Concepción. Bien rara el azúcar, le decían, ella solo reía.

Alexa Ballestero Saavedra, 30 años
Hualpén

Ilustración: Juan Carlos Gourdet