IMAGINARIO

Mención Honrosa

Aún extraño a mi amigo imaginario. Lo cierto, es que lo pasábamos muy bien juntos. A él le gustaba jugar en el parque Ecuador, a las mismas cosas que jugaban los otros niños… pero a mí me gustaba ser más osado. Le enseñé a tirarle piedras al rottweiler de la vecina y hacer equilibrios en la cornisa. Nos entreteníamos mezclando los remedios del botiquín y, atravesábamos corriendo la línea férrea, tomados de la mano, cuando venía el tren. Un día sus padres lo llevaron al psiquiatra y ya no volvió a hablarme. Quién sabe qué cosas le dijeron de mí.

María Mireya Bascuñán Godoy, 45 años
Talcahuano

Ilustración: Romina Peña