CURANILAHUE, OJOTAS DE CAUCHO

Mención Honrosa

Mi abuelo me contó que en el campo fabricaban sus propios zapatos con caucho de neumático. Las suelas duraban tantos años que conocían al dueño de cada pisada en el barro. «¿Vino Reyes?», preguntaba el patrón distinguiendo una huella entre las de sus hijos, que eran siete u ocho –no estaba seguro. La semana del Golpe faltaban huellas; una ventolera levantó tierra. –¡Quién anda!– La criada advertía una huella extraña. –Soy Montero. –¡Mijito! ¡Qué le hicieron esos desgraciados! –Tuve que contar pa’ donde arrancó Sergio. Montero se fue, dejando pisadas de un hombre desconocido. Su huella no volvió a pertenecerle.

Benjamín Esparza Alvarado, 21 años, Concepción.

Ilustración: Ivette Soto Bustamante