PASÓ EN PENCO

Premio al Mejor Relato de la Memoria

Pasamos aquel verano en la playa de Penco durmiendo en el quiosco de mi mamá. Uno de esos días un amigo pescador se nos acercó y nos ofreció su casa para pasar la noche; dijo que cambiaba la luna, que subiría la marea. Mi papá puso la fe en Dios, pero por si acaso igual subimos los colchones sobre las grandes cajas de cerveza, de papaya, y de alojas. Al otro día despertamos con el clamor. La playa estaba repleta de pescados, de pancoras corriendo como hormigas, de machas asomándose por la orilla. Había más mar y menos arena.

Elsa Fuentes Sanhueza, 90 años, Hualpén.

Ilustración: @dianagontapi